Artículo 88. El Presidente de la República no podrá ausentarse del territorio nacional sin permiso del Congreso de la Unión o de la Comisión Permanente, en su caso.

El artículo 88 de la Constitución mexicana es muy claro y directo: si el presidente quiere salir del país, necesita pedir permiso. Este permiso lo da el Congreso de la Unión, y si el Congreso no está reunido, entonces lo otorga la Comisión Permanente. No importa si el viaje es por trabajo, por vacaciones o para asistir a un evento internacional: el presidente no puede irse así nada más.

¿Por qué es importante este artículo? Porque la ausencia del presidente podría poner en pausa decisiones importantes o generar incertidumbre sobre quién queda al mando. En un sistema presidencialista como el nuestro, que el jefe del Ejecutivo salga del país sin autorización representaría un problema serio para la gobernabilidad.

Este permiso no es un simple trámite. El Congreso puede negar la solicitud si considera que la salida del país pone en riesgo la estabilidad o si hay alguna crisis interna que requiera que el presidente se quede. Es decir, hay un control del poder legislativo sobre el poder ejecutivo, al menos en este punto.

Este tipo de normas también refuerzan la transparencia. Si el presidente informa con anticipación por qué se va, a dónde va y por cuánto tiempo, se genera confianza en la población y se evita el uso discrecional del poder. Recordemos que en el pasado, algunos mandatarios se han ido del país en momentos críticos y eso ha causado mucho malestar social.

En resumen: el presidente no puede salir de México sin permiso. Así de simple y así de claro. Es una regla que busca asegurar que el país siempre tenga una cabeza visible y presente.