La Casa Blanca ha publicado un análisis que defiende el uso estratégico de aranceles por parte del presidente Donald J. Trump como una herramienta eficaz para fortalecer la economía nacional y fomentar la independencia manufacturera de Estados Unidos. El documento asegura que las medidas tomadas durante su primer mandato sentaron las bases de una política comercial sólida que prioriza a los trabajadores y empresas estadounidenses.

Fortalecimiento del poder negociador de EE.UU.

Según el comunicado, al imponer aranceles a productos extranjeros, el presidente Trump forzó a potencias económicas como China a sentarse a negociar acuerdos más favorables para Estados Unidos. Esta estrategia ayudó a corregir prácticas comerciales desleales, como el robo de propiedad intelectual y la manipulación de divisas.

Reindustrialización y empleo

Durante su primer mandato, se aplicaron aranceles estratégicos sobre el acero, el aluminio, productos chinos y otras importaciones clave. De acuerdo con el informe, estas medidas generaron:

  • Un resurgimiento de la manufactura nacional.
  • Miles de millones de dólares en inversiones en plantas industriales dentro del país.
  • Una reducción en la dependencia de productos críticos provenientes del extranjero.

El documento señala que, entre 2017 y 2019, más de 500 nuevas fábricas fueron construidas y más de 700 mil empleos manufactureros fueron creados.

Defensa de la seguridad nacional

La administración Trump argumenta que ciertos bienes importados pueden representar riesgos para la seguridad nacional, como insumos médicos, tecnología avanzada o productos energéticos. Al aplicar aranceles a estos sectores, se busca proteger a Estados Unidos de interrupciones externas y garantizar una producción interna estable.

Apoyo bipartidista en la práctica

El comunicado destaca que incluso administraciones demócratas posteriores han mantenido o ampliado algunas políticas arancelarias establecidas por Trump, lo que evidencia, según la Casa Blanca, la eficacia de este enfoque comercial.