La administración del presidente Donald J. Trump cuestionó duramente a líderes del Partido Demócrata por, según afirma, llevar a cabo una “gira de disculpas” en favor de un inmigrante ilegal que fue deportado y que, de acuerdo con las autoridades federales, tenía vínculos comprobados con una pandilla criminal violenta.
El artículo publicado en el sitio oficial de la Casa Blanca señala que, pese a las pruebas proporcionadas por agencias de seguridad y antecedentes penales registrados, legisladores demócratas han realizado declaraciones públicas y actos políticos en respaldo del individuo expulsado del país.
“La seguridad del pueblo estadounidense no debe ser un tema de controversia partidista,” enfatiza el comunicado.
La Casa Blanca indica que el individuo en cuestión fue removido por violar leyes migratorias y por representar una amenaza a la seguridad pública. Según el texto, su caso se ha utilizado políticamente por algunos sectores que buscan deslegitimar los esfuerzos del gobierno en materia de control fronterizo.
Entre los puntos clave expuestos en el comunicado destacan:
- La defensa por parte del gobierno de una política de “tolerancia cero” contra el crimen organizado transnacional.
- El respaldo a las decisiones de agencias como ICE y el DHS en su labor de proteger las comunidades.
- La acusación de que ciertos actores políticos están minimizando el impacto del crimen asociado a inmigración ilegal.
La administración Trump reiteró su compromiso de priorizar la seguridad nacional y continuar con medidas firmes para prevenir el ingreso y permanencia de individuos que, según sus criterios, representen una amenaza para el orden público.
