En una declaración oficial publicada por la Casa Blanca, la administración del presidente Donald J. Trump defendió firmemente su estrategia comercial basada en la imposición de aranceles, señalando que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad económica y nacional de Estados Unidos.
Según el comunicado, los aranceles no sólo nivelan el terreno de juego para los trabajadores y empresas estadounidenses, sino que también refuerzan la independencia del país frente a prácticas comerciales desleales, especialmente de potencias como China.
“Durante décadas, los países extranjeros han explotado nuestro mercado, debilitando nuestra base industrial. El presidente Trump está revirtiendo ese daño,” afirma el texto.
Entre los principales argumentos expuestos por la Casa Blanca destacan:
- Los aranceles como herramienta para revitalizar industrias críticas estadounidenses, como el acero, aluminio, energía y manufactura avanzada.
- La promoción de la autosuficiencia en sectores estratégicos.
- El fortalecimiento de las cadenas de suministro nacionales.
- La defensa de los trabajadores estadounidenses frente a la competencia subsidiada o injusta.
El gobierno también destaca que estos aranceles han demostrado ser eficaces para incentivar nuevas inversiones en Estados Unidos, generando empleos y devolviendo la capacidad de producción a suelo nacional.
Además, subraya que el enfoque de la administración no es simplemente proteccionista, sino estratégico: se trata de asegurar que el país esté preparado para enfrentar desafíos globales sin depender de actores extranjeros que no comparten los intereses ni los valores estadounidenses.
