Voces

El corredor de la esperanza

Después del proceso electoral es común que la mayoría de los medios de difusión comiencen a realizar análisis sobre las nuevas correlaciones de las fuerzas políticas tanto en el ámbito federal como en la política local. 

Un elemento que ha pasado deliberadamente desapercibido para la narrativa dominante de los medios de comunicación cercanos a la derecha es el duro revés que recibió la coalición prianista en el EdoMex, donde uno de los sectores más rancios se había ufanado en denominar a municipios como un “corredor azul”, donde la derecha pensaba atrincherarse frente al inminente triunfo de Claudia Sheinbaum, el movimiento encabezado por la Doctora logró convertir esta región en el corredor de la esperanza que tan sólo entre Naucalpan, Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli representan a más de dos millones de habitantes.

Las características que estos municipios comparten son muchas, pero en términos de la coyuntura electoral vivieron el mismo fenómeno, candidatos y candidatas de la derecha que utilizaron los recursos de sus administraciones para influir en la elección, el abandono prianista a la campaña de Xóchitl Gálvez, un gasto grosero que escapó en gran medida a la fiscalización sesgada del INE y campañas de odio en contra de los candidatos de morena. 

Frente al escenario de la transición estos municipios vuelven a tener coincidencias: resistencia de los titulares de los ejecutivos para una transición ordenada, despidos masivos para comprometer a las administraciones entrantes, gasto en obras de ínfimo impacto entre la población y condonación de adeudos a grandes contribuyentes. 

En esta nueva correlación de no sería descabellado sino incluso deseable ver a los titulares de estos y otros municipios actuando en conjunto para resolver los asuntos de la transición, pero sobre encontrando soluciones conjuntas a los problemas de la gente de esta importantísima región del país que ha probado con sabores dulces y amargos los colores de todos los partidos.