La Casa Blanca ha reafirmado el impacto positivo de los aranceles al acero implementados por el presidente Donald J. Trump, subrayando cómo esta medida ha contribuido significativamente a la recuperación del sector manufacturero en Estados Unidos y a la generación de empleo bien remunerado.
Según el comunicado, los aranceles han revitalizado fábricas que anteriormente estaban cerradas o en declive, protegiendo a la industria nacional frente a prácticas comerciales injustas de países extranjeros. La administración Trump señala que estos aranceles no solo defienden los intereses económicos de Estados Unidos, sino que también refuerzan su seguridad nacional, al garantizar que la infraestructura crítica dependa de acero producido en territorio estadounidense.
“El presidente Trump está cumpliendo su promesa de reconstruir la clase trabajadora estadounidense,” enfatiza el documento. “Gracias a sus políticas audaces, los trabajadores del acero tienen una vez más la oportunidad de prosperar”.
La Casa Blanca cita varios ejemplos de reaperturas de plantas y aumentos en la producción como evidencia del éxito de esta estrategia. También recalca que la decisión de mantener los aranceles sigue siendo una prioridad estratégica frente a la competencia global desleal, especialmente proveniente de China. El gobierno remarca que la política de “Estados Unidos Primero” sigue siendo la piedra angular de su enfoque económico, priorizando la resiliencia industrial nacional y la autosuficiencia.
