El territorio nacional comprende:
I. El de las partes integrantes de la Federación;
II. El de las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los mares adyacentes;
III. El de las islas de Guadalupe y las de Revillagigedo situadas en el Océano Pacífico;
IV. La plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas, cayos y arrecifes;
V. Las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fija el Derecho Internacional y las marítimas interiores;
VI. El espacio situado sobre el territorio nacional, con la extensión y modalidades que establezca el propio Derecho Internacional.
¿Alguna vez te has preguntado exactamente qué abarca México? Bueno, el artículo 42 lo deja clarísimo. No se trata solo de la tierra firme donde vivimos, sino de todo un conjunto de elementos naturales y geográficos que nos pertenecen como país.
Primero, están los Estados y la Ciudad de México, que forman la Federación. Luego, las islas grandes y pequeñas, como las de Revillagigedo o Guadalupe, y todos esos arrecifes y cayos que están cerquita de nuestras costas.
Pero eso no es todo: el fondo del mar también cuenta. Así es, la plataforma continental y los suelos submarinos que están bajo nuestras aguas también son parte de México. Y sí, también están incluidas las aguas territoriales y hasta el espacio aéreo sobre todo ese territorio.
En resumen, México no es solo lo que pisamos, también es lo que navegamos y sobrevolamos. Y esto no es una ocurrencia; está respaldado por el Derecho Internacional, que es el conjunto de reglas que los países respetan para convivir con orden.
